A causa de la organización de la legislación educativa actual, andamos todos los profesores como locos con el tema de las competencias básicas, las transversales y por hacer filigranas de forma que cualquier materia pueda ser enlazada con cualquier otra, tejiendo así el conocimiento de los alumnos de una forma más natural e interrelacionada. Justo este aspecto, la posibilidad de vincular las asignaturas de Geografía e Historia con la Lengua Española y la Literatura, haciendo uso de las competencias lingüísticas y mucho, muchísimo, de la competencia digital es lo que nos propone la autora Laura del Río en su novela para estudiantes de secundaria Cristóbal Colón descubre América en 2018: La disparatada historia del descubrimiento en versión 3.0. Exacto, el título expresa a la perfección lo que vamos a encontrar en este original libro.
El fin del mundo en 2018
No es sencillo traer a la actualidad un fragmento de nuestra historia con más de 500 años y hacerlo cuadrar a la perfección. Sin embargo, una vez superado el shock inicial que desarrolla el argumento de Cristóbal Colón descubre América en 2018, año que todos hemos vivido y en el que estábamos rodeados de tecnología que dificultaba la posibilidad de seguir creyendo que el fin del mundo estuviera al otro lado del Atlántico (obviamente en el libro ya existen los viajes en avión, pero todas las rutas seguían haciéndose hacia oriente, sin que nadie hubiera explorado la posibilidad occidental) te dejas llevar por la recreación y avanzas muy deprisa en la lectura. En mi opinión, es un libro apto para los últimos cursos de primaria y primeros de secundaria, no más allá de 2º de ESO, por lo que si nos ponemos en la piel de los alumnos, seguramente ellos vivan la trama de una forma más realista y creíble. Puede verse como la lucha por un sueño de un loco que acaba arrastrando a todo un país en su afán por lograr su objetivo, lo cual, bien mirado, pasa con más frecuencia de lo que nos gustaría y son precisamente los jóvenes los más influenciables en este sentido.
Las redes sociales, los reality shows, la vida 3.0
Sin duda alguna, este es el mayor logro de Cristóbal Colón descubre América en 2018. Realiza una recreación sorprendente de cómo hubiera organizado Colón esta expedición de haberse hecho en nuestros tiempos. Para trasladar los datos reales de su propia época, hay apuntes como la presencia de los Reyes de España, quienes en nuestros días seguramente hubieran pintado bien poco en la toma de la decisión. Sin embargo, se esquivan hábilmente para reconducir la trama hacia una verdadera campaña de marketing y publicidad en entornos audiovisuales y virtuales. Esto hará que los alumnos se imbuyan en el realismo de la trama: el uso de nombres de usuarios virtuales, la referencia constante a las redes sociales más importantes del momento, a los reality shows televisivos, a las nuevas formas de financiación, las catástrofes económicas en España o la crisis, pintan un cuadro en el que el Descubrimiento de América se inserta de una forma original y que atrapará a los más jóvenes con sus dosis de relaciones románticas, familiares, de amistad y con los esfuerzos de Colón por hacer realidad el sueño de su vida. Hay que tener en cuenta que el trabajo en el diseño de la idea y los preparativos del viaje tienen mucho más peso en la novela que el Descubrimiento de América en sí, pero tampoco hubiera sido conveniente alargar más un texto histórico para adolescentes.
El uso de la lengua española en el mundo virtual
Esta es la parte que, como adulta y docente, me ha costado más asimilar. Los personajes se nombran constantemente por sus pseudónimos en internet. Esto hace que, por ejemplo, Cristóbal Colón sea @cristobl_colon.ccdae18 y se le llame habitualmente haciendo uso de su nombre de usuario, con lo cual el texto está repleto de este tipo de expresiones largas, farragosas y que complican la lectura. Es cierto que a las pocas páginas el lector comienza a ignorar este tipo de menciones y se fija solo en el primer nombre tras la arroba, pero visualmente puede resultar desesperante. Lo mismo ocurre con el exceso de hashtags utilizados en cada página. No hay párrafo en el que no se incluya alguno de las temáticas más variadas. En mi opinión, podrían reducirse notablemente, dejando solo aquellos relacionados con la expedición para agilizar la lectura. Por otro lado, debería revisarse el estilo, puesto que se observan bastantes errores propios del uso del español en los adolescentes de secundaria como el queísmo, las redundancias, la falta de sinónimos y debemos intentar que, al menos en los libros que consumen, la lengua sea bien tratada, aunque en su vida diaria este parámetro sea más difícil de controlar.
En resumen, me parece un texto muy original, fácil de leer, con unos personajes muy cercanos, un trasfondo personal que provocará la implicación de los jóvenes lectores con la trama, además de un argumento que fluye muy bien y que empuja a seguir leyendo siempre un poco más. No es sencillo despertar el interés de muchos chicos de esta edad por la historia, pero ¿y si esta se desarrolla entre sus adoradas redes sociales? Creo que la autora ha estado muy acertada al elegir este moderno entorno digital para la recreación de la aventura. Además del libro, se ha editado un cuaderno para reflexionar con Preguntas y respuestas sobre la novela: Cristóbal Colón descubre América en 2018 que ayuda al profesorado a profundizar en el tema y reflexionar acerca de la relevancia del mundo virtual en la actualidad.
¿Qué lecturas sueles recomendar a tus alumnos? ¿Los clásicos puros y duros, con pequeñas adaptaciones para su edad? ¿O también eliges obras impactantes que les motiven aunque se salgan del clasicismo del curriculum?
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