Al echar mi primer vistazo a la convocatoria de oposiciones para profesores de secundaria en Cataluña, aquellos 72 temas me parecieron factibles. Si esa era la distancia que me separaba de poder dedicarme profesionalmente a lo que realmente me apasiona, no veía problemas para memorizarlos todos. Así de optimista estaba en el momento en que tomé la decisión de meterme en estos berenjenales de opositar siendo madre trabajadora. A los pocos días, ya sabía que la defensa del tema durante el concurso-oposición no era lo que me daría la mayor parte de los puntos, como pensaba en un inicio. Si bien es necesario aprobar para que el resto de pruebas puedan sumarte, hacer media y desde luego porque cada décima suma para tener plaza, quedarte fuera o elegir el destino que más te convenga, de repente comprendí que nadie en su sano juicio se daría el atracón de meterse entre pecho y espalda 72 temas a la perfección. Y menos en 2 años. Y menos con mi panorama familiar y laboral, sin dedicación exclusiva para las oposiciones. Así es como di con el cálculo de la probabilidad a la hora de decidir cuántos temas estudiar para las oposiciones. Ojo, que por muy de letras que seas, estos numeritos te van a cambiar la vida.
La probabilidad es tu amiga y te dice cuántos temas estudiar para las oposiciones
De cualquier grupo del funcionariado y de cualquier temática. Sólo tienes que saber el número de temas de tu temario completo y el número de bolas que extraerá el tribunal. En mi caso, para las oposiciones de secundaria en Lengua y Literatura el temario consta de 72 temas y se extraen 5 bolas. ¿Qué quiere decir esto? Que estudiando 40 temas, ya tendría más del 98% de probabilidades de que en una de esas bolitas saliera uno de los temas que me hubiese estudiado. ¡Qué maravilla! Reducir el temario en 32 temas de golpe me dejó alucinada, pues si bien todos los contenidos son necesarios para el ejercicio de la profesión, no vamos a estar igual de inspirados durante el examen que durante una clase en el aula. Además, nuestro tiempo de preparación es limitado. Yo me he planteado lograr el objetivo en 2 años y medio, pero otros decidirán probar suerte en menos tiempo, con lo cual, si sumáis la preparación de la programación, los comentarios de texto, en mi caso que debo cursar a la vez el máster habilitante en Formación del Profesorado de Secundaria, que trabajo a jornada completa y que mis hijos no me dejan mucho margen para mis desvaríos opositores, quitarme 30 temas de una tacada fue darme una inyección de moral tremenda. Si no te apañas con los cálculos de tu especialidad, no sufras, porque miles de opositores se han topado con esta realidad antes que tú y en internet encontrarás experiencias y hasta calculadoras de academias que te iluminarán haciéndote las cuentas.
¿Con cuántos temas te sentirás tranquilo para opositar?
Este es un asunto muy, muy subjetivo. Habrá quien crea que la suerte está siempre de su parte, o que haya dedicado muy pocos meses a preparar la oposición y con optar a un 50% vaya entusiasmado con sus probabilidades. En el otro extremo estarán quienes no se quieran jugar el aprobado dejándose temas sin estudiar, o aquellos que lleven muchos años de preparación a cuestas, por lo que puede que aspiren a tener unas probabilidades del 100%. Yo empecé con la idea de estudiar muy a fondo 40 temas, porque ese 98% me daba mucha paz. Por supuesto, puede darse el caso de que esté gafada y me salga uno de esos del 2% restante, pero ¿voy a tener tiempo de preparar tantos temas por esa mínima posibilidad? A fondo, seguro que no. Otra cosa es que una vez metida en faena note que me sobra tiempo (a priori, lo dudo), o me entretenga leyendo el resto de temas al menos por tener una idea general y poder hacer uso de mucho arrojo y poca vergüenza intentando defender un tema que no me haya preparado muy a fondo. En realidad, si te presentas a unas oposiciones de tu especialidad, sobre la que has estudiado o trabajado previamente, ningún tema te va a ser completamente ajeno. Por lo que al decidir cuántos temas estudiar para las oposiciones seguro que algunos los tendrás ya muy por la mano incluso antes de empezar, lo que te facilitará el proceso y te ahorrará tiempo para poderte leer al menos el resto del temario por encima. En los primeros meses, tenía claro que no me quedaría tranquila si estudiase menos de 40 temas. Hoy puede que incluso reduciendo las probabilidades al 90% (unos 26 temas) me plantase completamente tranquila el día del examen, confiando tanto en la estadística como en los conocimientos naturales que tengo del resto del temario no preparado a fondo. 26 temas ¡es que me parecen poquísimos! Y ya os conté que los tengo bien definidos para estudiar unas 4.000 palabras y que ni me sobre ni me falte nada, pero que pueda invertir el tiempo imprescindible en la preparación de cada uno en medio del batiburrillo de obligaciones diarias que tengo en mi vida.
Y en la vida real ¿cuántos temas has logrado estudiar para las oposiciones de secundaria?
Y es que por mucha probabilidad y por mucha buena predisposición que tengamos, hay parámetros que no lograremos controlar. En mi caso, imprevistos laborales que me desmontan el día; 2 hijos como 2 soles con su doble ración de pérdidas de tiempo insospechadas; posibles enfermedades, contratiempos alucinantes (vamos, qué os voy a contar yo que el coronavirus no os haya puesto ya ante vuestros ojos) y un largo etcétera de robatiempos del opositor que pueden reducir muchísimo tu esquema horario para aspirar a preparar todos esos temas que querías. Personalmente, no elegiría planificarme un número demasiado bajo de temas, porque de reducir siempre estaremos a tiempo, pero ampliarlos, o incluso simplemente llegar a alcanzar los que habíamos considerado en un primer momento, será más complicado. Conozco el caso de un opositor que se presentó con sólo 2 temas, porque hace unos años el orden de las pruebas era diferente, no creyó que aprobase la programación ya que era su primer intento y se plantó allí solo para probar suerte, por lo que en un par de días, entre prueba y prueba, esto fue lo máximo a lo que pudo aspirar. Pues bien, el destino quiso que entre las bolitas estuviera uno de esos dos temas, que aprobara el examen teórico, la oposición completa y que obtuviera plaza. ¡Ver para creer! Los demás no podemos partir con unas expectativas tan optimistas teniendo meses o años de preparación por delante, así es que nos tocará planificarnos lo mejor que podamos e ir avanzando con paso firme hacia nuestro objetivo.
¿Hiciste muchas cuentas antes de empezar a estudiarte el temario? ¿Con qué porcentaje de probabilidad te sentiste tranquilo?
Sin comentarios