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Libros para opositores. Mañanas milagrosas

Libros para opositores. Mañanas milagrosas

Si hay una cosa que repito en mi blog con mucha frecuencia es que la mayor parte del tiempo para preparar la oposición la logro madrugando más que mis opohijos. Al principio, tenía muchas dudas acerca de si optimizaba mi tiempo de forma adecuada porque no vale de nada dedicar 8 horas diarias a opositar si te pasas la mayor parte ordenando subrayadores, comprando papelería y viendo cómo se organizan otras personas, pero sin avanzar realmente en tu trabajo. Justo en ese momento se cruzó ante mí el libro Mañanas milagrosas:  los 6 hábitos que cambiarán tu vida antes de las 8:00 de Hal Elrod. Tuve la sensación de que la parte más compleja ya la había logrado ¡levantarme bastante antes de las 8 de la mañana sin llorar! Así es que lo demás seguro que podría conseguirlo también. En general, es un libro que me ha aportado bastante poco, porque casi todo su argumento podría resumirse en “madruga y el día te cundirá más”. Fin. Me pareció que el contenido era bastante pobre, muy redundante y que se podría haber resumido con un eslogan y mucho menos desarrollo. Pero igual soy un caso raro, porque es un libro súper vendido y su autor ha hecho de su método su modo de vida, con lo cual hoy te contaré lo que me sirvió a mí, lo que no puedo poner en práctica y lo más sorprendente que he encontrado en este libro.

Buenos consejos para tener verdaderas Mañanas milagrosas

Como Elrod, mi situación personal hace que si quiero introducir cambios en mi rutina deba hacerlo antes de que empiece mi vida personal, mi trabajo y el resto de obligaciones diarias que no puedo eludir. El autor te propone adelantar el reloj y despertarte cada día una hora antes de lo habitual ¿para qué exactamente? Pues en su caso, dedicaba esta hora a 6 actividades que realizaba solo durante 10 minutos de su tiempo: leer, hacer ejercicio, meditar, realizar afirmaciones motivacionales, escribir un diario y visualizar sus objetivos (recuperar su poder adquisitivo destruido por la crisis). Cuenta que en menos de 2 meses aplicando este método, su vida mejoró de tal manera que incluso superó su bonanza económica anterior. Visto así ¿quién no va a querer levantarse una hora antes para conquistar el mundo en tan poco tiempo? Por si no te convence su argumento del “madruga y vencerás”, Elrod cita a muchos famosos madrugadores de todas las épocas que han triunfado a lo grande: Oprah Winfrey, Bill Gates, Einstein o Aristóteles. En fin, yo no aspiro a tanto, pero bueno es saber que madrugar también le ha venido bien a gente de este nivel.

Elige lo correcto y no lo fácil

Este consejo sí es muy bueno pero muy difícil de seguir. En Mañanas milagrosas, su autor sostiene que al cambiar tus hábitos matinales, realizas el esfuerzo de despertarte antes, de comprometerte con estas 6 actividades (o con las que tú elijas) y esto repercute positivamente en que logres este grado de compromiso en otras parcelas de tu vida. No se trata solo de ver la hora en el despertador y levantarte con alegría, porque has adquirido el hábito y ya no te supone un suplicio, sino que con la práctica aprenderás a evitar las tentaciones del camino fácil y a optar por las decisiones más adecuadas en cada momento. A este punto yo no he llegado de forma general, pero sí noto que cualquier minuto suelto que tengo al cabo del día lo reconduzco hacia tareas de la oposición, con lo cual ¡quizás sí esté cambiando mi vida de forma trascendental y casi sin darme cuenta! En definitiva, creas una disciplina contigo mismo, que es con quien de verdad te comprometes porque no hay nadie más controlando lo que haces a esas horas de la mañana, y avanzas hacia una vida más organizada y comprometida en todos los sentidos. Si crees que no vas a ser capaz, Elrod propone buscar a otra persona en tu misma situación con quién hacer un tándem para conseguir esas mañanas milagrosas juntos.

Tú vida cambiará hoy, no mañana

Otro acierto del libro. ¿Cuántas veces pensamos que el próximo lunes nos pondremos a dieta o que en enero nos apuntaremos al gimnasio? La falta de tiempo ya me había empujado a descubrir este camino de aprovechar el momento en cuanto se presenta. Por ejemplo: había planificado empezar con la segunda vuelta de mi temario de la oposición el 1 de marzo cuando sorprendentemente el 31 de enero había encarrilado mi vida de tal manera que ya había logrado los objetivos de máster y oposiciones que me había planteado para ese mes. Desde luego, tras pasarme todas las navidades encerrada en casa elaborando la memoria de prácticas y el TFM, más 2 meses y medio de jornadas laborales dobles (las prácticas en el instituto y mi trabajo normal) hubiera agradecido muchísimo disponer de un mes completo de vida relajada. ¡Pero no! Siguiendo a Elrod, adelanté el inicio del estudio del temario y acabé el mes de febrero con mis primeros 6 temas de literatura súper bien estudiados. Esto me ha hecho dar un salto brutal en mi programación y ahora veo el futuro de una forma más relajada, porque dispongo de semanas extras que me están permitiendo madrugar menos (se acabaron los madrugones a las 4 de la mañana y ahora estoy despertándome en torno a las 5:30-6:00) y visualizo el verano y las vacaciones escolares de los niños como un periodo en el que sí voy a poder pasar más tiempo en familia gracias a todo lo adelantado. 

¿Qué hago yo realmente en esa primera hora de mis Mañanas milagrosas?

Pues ninguna de las 6 actividades que propone este hombre. Él recomienda preparar tu despertar al acostarte el día anterior. Incluso te da una serie de pasos a seguir que van desde dejarte preparado un vasito del agua en la mesita de noche a poner el despertador al otro lado de la habitación para obligarte a levantarte (lo que me faltaría a mí, que se me despertasen los niños con el jaleo de madrugada, además de que en este primer año de oposiciones aún no me he tenido que poner ni un día el despertador, porque ya se encarga mi hijo pequeño de tenerme en pie a deshoras) o realizar una serie de afirmaciones al acostarte (yo me acuesto y me levanto pensando en mi plaza, así es que no profundizo más en este punto). Simplemente me escapo de la cama sin que se dé cuenta el niño y me pongo a estudiar con máxima concentración hasta que llegue el momento de despertarlos para el colegio, o se levanten por sí mismos si es fin de semana.

Descubrimientos que sí he puesto en práctica pero a otras horas del día

Quiero que cada jornada me rinda mucho y que esas mañanas milagrosas transformen el día completo en jornadas productivas y no en maratones en las que voy estresada y asfixiada de una tarea a otra. Hal Elrod propone este cronograma para esa primera hora de las mañanas, al que llama programa S.A.L.V.A.vi.D.as y que consta de:

  • Silencio (5 minutos)
  • Afirmaciones (5 minutos)
  • Lectura (20 minutos)
  • Visualización (5 minutos)
  • Anotaciones (5 minutos)
  • Deporte (20 minutos) 


De las actividades que propone a primera hora como meditar, rezar, reflexionar, respirar hondo y agradecer, hace unos meses que empecé a meditar y ¡menuda maravilla! Pero no lo hago por la mañana, sino a mediodía, cuando me siento más saturada, o por la noche, para relajarme y dormirme con facilidad. Lo bueno es que te permite modificar tanto la duración de este ritual de las mañana como cambiar el orden de las actividades, introducir otras nuevas y personalizarlo en cada detalle.

En definitiva, Mañanas milagrosas te da pautas para que puedas dedicar tiempo cada día a mejorar como persona, a sentirte bien contigo mismo, tener pensamientos positivos, enfocarte hacia tus objetivos y poder transformar tu vida. Su programa promete que en un plazo de 30 días se consigue afianzar cualquier nuevo hábito positivo que queramos incluir en nuestras vidas, o deshacernos de uno negativo. Además del libro, tiene una web en la que poder descargar de forma gratuita el inicio del mismo y algunos kits útiles para el reto, desde afirmaciones hasta recetas de batidos. Como te comentaba al principio, es un libro de autoayuda no específico para opositores, sino para cualquier persona que desee instaurar modificaciones importantes en su estilo de vida. He podido aprovechar muy, muy poco contenido, pero al menos me he llevado unas pinceladas de aprendizaje (como el de la meditación, que desconocía) que sí han supuesto una verdadera revolución para mí.

¿Cómo son tus mañanas? ¿Milagrosas o un completo desastre?

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