Oposiciones

Oposiciones en septiembre. ¡Bienvenido al principio de tu futura vida!

oposiciones en septiembre

¡Hola con toda la emoción de mi corazón! ¿Qué tal ese verano? ¿Has sabido desconectar? ¿Has logrado realizar una planificación realista durante estos meses y cumplir tus objetivos? ¡Yo sí! Y por eso estoy hoy aquí, derrochando optimismo pese a que aún me queden 10 días para volver a mi rutina “perfecta” como trabajadora, opositora y madre. En realidad ese momento se producirá… ¿cuando se alineen los astros? ¡No! Cuando mis hijos vuelvan al colegio. Pero no importa, he decidido adelantar unos días mi vuelta al blog porque sé que hablar de oposiciones en septiembre es clave, puesto que son muchos los opositores que deciden iniciar su preparación en este mes, que para todos ha tenido siempre connotaciones estudiantiles.

Curiosamente ¡yo comencé a prepararme un mes de febrero! Ahí, sin fecha clave, sin motivo ninguno, sin convocatoria a la vista y sin seguir ninguna tradición, pero sinceramente, con mi panorama personal, opositar de septiembre a junio me parecía una temeridad. Tras año y medio largo de preparación estoy en una fase de calma absoluta en la que creo que me va a sobrar tiempo. ¿Quién me lo iba a decir? Pero es que mi motivación no ha decaído y mi constancia es para enmarcar (no he fallado en mis planes ni teniendo al niño enfermo, ni con los confinamientos escolares por coronavirus, etc.). Aunque es mi primer año como opositora (ya veremos en 2022 si tenía razón con esta forma de ver la vida de color de rosa, o me pego el batacazo del siglo y paso a ser la opositora loca oficial de España) me noto segura, confiada y casi tocando esa plaza con la punta de los dedos.

A ver si logro centrar el tema, porque está visto que el verano me ha ofrecido mucho tiempo para pensar en mí misma y en mi situación. El post de hoy acerca de las oposiciones en septiembre quería dedicarlo a esas personas que, como yo a principios de 2020, no tienen claro si quieren opositar, si su situación será válida para acabar este proceso con éxito o peor, que han empezado, pero han caído en la desmotivación. 

La edad, la situación personal y las renuncias

De todo esto ¡llevo mucho tiempo hablando! No voy a repetir cómo es mi situación personal de opositora, madre y trabajadora a tiempo completo (eso sin citar el primer año de la oposición, que tuve que unir a todo esto el Máster en Formación del Profesorado). También tuve dudas acerca de si sería demasiado mayor para opositar (empecé en todo esto con 37 años) pero las desterré deprisa, porque la edad me ha dado un cuajo (un poso de sabiduría y buen hacer, expresado de una forma políticamente más correcta) envidiable, y creo que es una ventaja y no un punto en nuestra contra. Sobre las renuncias del opositor  ¡opositar es renunciar! Pero para el que tiene 20 años y para el que tiene 50: pareja, hijos, amigos, ocio… Ojo, que hay que buscar el término medio y no aislarse del mundo durante 1, 2 o los años que sean, pero igual, igual no podrás seguir organizando tu vida. ¿Qué me funciona a mí para dejar todos estos pensamientos de lado y seguir adelante? ¡Las ventajas de tener un trabajo apasionante y unas condiciones laborales que me permitan llevar una vida mejor que la actual! ¡Busca tu motivo! Porque vas a tener que recordártelo muchas veces mientras te preparas para cumplir tu sueño.

Desmotivación, sentimiento de culpa y autocastigo

¡Esto para las oposiciones en septiembre no toca! Septiembre es un mes de optimismo, de inicios motivadores, de compras que nos ilusionan, de planificaciones diarias, semanales y de todas las periodicidades, que a veces no hacemos de forma muy acertada, etc. A ver si logramos dejar de lado las primeras dosis de desmotivación por lo menos hasta navidades (cuando empiecen esos días festivos en los que nos tendremos que limitar los horarios de ocio) o más allá. En el mismo saco meto el sentimiento de culpa (los padres somos expertos en esto) por estar haciendo demasiadas renuncias personales, no tener un horario de 40 horas de estudio perfecto a la semana, como los opositores de Instagram, no madrugar lo suficiente o no trasnochar como un búho. Tienes que conocerte a ti mismo y mirar a los demás opositores en busca de inspiración, pero no establezcas comparaciones, porque tu situación es única. Hay opositores que creen que empezar a estudiar a las 8 de la mañana es madrugar, mientras otros ya llevan en pie desde las 3. Hay quien cuenta dentro de sus horas de estudio el tiempo que pasa ordenando libretas y subrayadores, y quien en este rato ha memorizado un tema nuevo para la posteridad; quien planifica su vida hasta el último minuto y los que vamos a salto de mata porque tenemos elementos que desplanifican a nuestras espaldas (opohijos los llaman). ¿Necesitas más ejemplos? 

Empezar a preparar tus oposiciones en septiembre ¿y si no apruebo?

Año y medio he tardado yo en dejarme atacar por este pensamiento. ¡He sido resistente! Pero conforme veía que hacía progresos y ganaba confianza, también he visto cómo en otras comunidades autónomas se han celebrado durante este verano las oposiciones de secundaria y cómo otros compañeros, que llegaban esperanzados y con muchas horas de trabajo a las espaldas, se han quedado en el camino. Cuanto más se acerca mi fecha, más me planteo cómo será mi vida si después de 2 años y medio de sacrificios no logro el objetivo. Esta visualización la corto rápido: primero, porque no quiero elementos que me desmotiven; segundo, porque hasta que no pase, si es que pasa, ¿de qué me sirve preocuparme? No es algo que pueda solucionar con antelación, porque en estos meses previos lo que tengo que hacer es trabajar para que esa situación no se produzca. De todas formas, la vida seguirá adelante, tendremos que rehacer nuestras ilusiones y, en mi caso ¡seguir intentándolo! Porque no conseguir plaza a la primera tampoco sería una tragedia irreparable, pero no sé cómo lo viviría en ese momento: si con mi desahogo habitual o como el mayor drama de mi vida académica.


Si pasas por aquí, supongo que será porque tu oposición está relacionada con la educación. Si estás justo en esos momentos iniciales, tomando la decisión o dando los primeros pasos, sé realista con tus expectativas. Conozco opositores que han logrado plaza con una preparación de 4 meses, de 9 meses, y otros que llevan 12 años opositando sin éxito. Conozco a los que lo han conseguido a la primera (y no son pocos), y a los que sienten que la oposición se ha convertido en una carga tan pesada que están a punto de tirar la toalla y jubilarse como interinos. Para quienes aún no hemos pasado por el proceso ¡no sabemos cuál será nuestra historia! Así es que yo voto por darlo todo para tratar de minimizar ese factor suerte (inevitable en muchos aspectos de este proceso) y que nuestra historia de éxito dependa al máximo de nosotros mismos. ¡Que comience septiembre y la carrera de fondo hacia tu plaza!

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