¡Se acerca el final de mi primer curso como sustituta en secundaria! Hoy he decidido escribir este post con la experiencia de estos meses para hacer un balance que personalmente me ha resultado tremendamente positivo. Recibo muchas consultas sobre todo de madres que se encuentran en mi situación de hace un par de años: con trabajo, con hijos a cargo y con un deseo tremendo de dar un cambio a su vida profesional. Sé que respondo muy tarde a los correos o mensajes en redes, porque los minutos del día no me alcanzan para más, pero mi consejo es que tenemos que arriesgar porque si no damos ese primer paso para cursar el Máster en Formación del Profesorado, inscribirnos por primera vez en una bolsa docente y empezar con las primeras sustituciones, que pueden que sean ridículas y de pocos días, nunca avanzaremos en las listas para lograr nuestro objetivo final de satisfacción personal y estabilidad profesional.
¿Cuántos destinos he tenido en mi primer curso como sustituta en secundaria?
Solo 5 ¡y me parecen pocos! Aunque no sé si debería contabilizarlos como 4 porque he repetido estancia en el mismo centro, sustituyendo a la misma profesora y, por lo tanto, con el mismo alumnado. Con las mini sustituciones de hasta 3 días por bajas COVID que he estado viendo este año, lo mío me ha parecido un regalo. Eso sí, de entrada todas eran para un par de semanas, pero 4 se acabaron alargando hasta el mes y medio, los 2 meses y medio y solo he tenido una muy breve de 5 días, porque ya la cogí al final, puesto que cuando salió quedó desierta durante 5 semanas y yo estuve disponible tras salir de mi anterior nombramiento en el momento en que finalizaba.
¿A qué distancia de mi casa estaban los institutos en los que he trabajado?
¡Tremendamente cerca! Con decirte que a dos de ellos iba caminando desde casa y la sustitución más larga la he hecho en el que tengo más cerca de mi domicilio… Total, que entre 1,1 kilómetros, el más cercano, y 17,5 el más lejano. Al ver que había tantas posibilidades, fui eliminando destinos más problemáticos en cuanto al transporte y que quedaban a más de una hora de camino de casa. Eso sí, la excesiva proximidad y comodidad hace que cuando salgo a la calle, grupos de adolescentes griten mi nombre por las esquinas, proclamen a los cuatro vientos lo mucho que me echan de menos y a veces me sigan casi como en procesión al grito de “¡guapa, guapa!”. Al menos parece que el tiempo que compartimos no les ha supuesto una tortura y que estuvieron a gusto mientras trabajamos juntos.
¿Tipos de centros y alumnados para sustitutos?
Aquí he tenido una mezcla bien curiosa, porque al iniciarme en un Centro de Máxima Complejidad, ¡todo lo que me ha llegado después me ha parecido muy manejable! Aun así, de aquel primer mes y medio que acabé con las evaluaciones de navidad, me queda un buen recuerdo (pese a las dificultades con el alumnado, las familias y el equipo directivo poco amable) y volvería sin dudarlo a ejercer en ese centro. De hecho ¡tuve que volver entre abril y mayo! He dado clases de Lengua castellana y Literatura en todos los niveles de 1º a 4º de ESO y en 1º y 2º de Bachillerato; catalán como refuerzo de otros profesores y en el aula de acogida; Cultura Clásica y Debates como optativas… Eso sí, he agradecido hasta el infinito aquellas sustituciones en las que me asignaban un solo nivel (por ejemplo, 4 cursos de 3º ESO) y podía preparar más o menos el mismo material para todos, con adaptaciones según las necesidades de cada uno. Curiosamente, el centro del que mejor recuerdo me llevo fue el más complejo de gestionar en este aspecto, al tener que organizar el día a día de 4 niveles diferentes.
¿Cuántos días he trabajado en total?
Pues desde el 8 de noviembre, cuando obtuve mi primer nombramiento, hasta el 30 de junio, cuando finalizará el último, habré sumado 178 días trabajados, algo menos de 6 meses, lo que en Cataluña implica que en este primer curso como sustituta en secundaria no me pagarán también el mes de julio, aunque no lo trabaje en un centro, ya que no cumplo con los requisitos de haber trabajado más de 180 días. En agosto ¡también sin sueldo! Y así esperaré a tener aún más suerte en mi segundo curso y seguir sumando días entre 2022-2023 para mejorar también mi baremo de cara a las oposiciones que se me han retrasado un año completo. Eso sí, ¡me he quedado sin cobrar tanto las vacaciones de navidad como la semana santa! Porque todos los titulares a los que he sustituido se han incorporado justo en esas fechas, tras la finalización de las evaluaciones, mientras que he tenido que realizar las 3 evaluaciones trimestrales, cada una en un centro diferente. En fin…
Debo decir que en las primeras sustituciones me hacía gracia esto de ir cambiando de centro, conocer municipios nuevos, diferentes tipos de alumnado, formas de hacer de cada equipo directivo y departamento, etc. Pero en la tercera sustitución me enamoré profundamente del instituto que me tocó en suerte y, al acabarse mis días en él, me dio un bajón importante porque tenía la sensación de que en ningún sitio volvería a encajar tan bien como allí. Sin embargo, ¡estaba equivocada! El final de curso ha sido también muy bueno en el último de los 4 centros y me he dado cuenta de que si solo valoro el trabajo en sí, me da igual un centro que otro, pero cuando las sustituciones se alargan, te vas encariñando con el alumnado, logras una cierta intimidad, conectas con ellos y con el resto de los docentes, y cuando ya tienes claro lo que funciona para su aprendizaje y el buen funcionamiento de esos grupos en concreto y lo que no ¡vuelta a marchar con los bártulos a una nueva aventura!
¿Cómo recuerdas tu primer año como sustituto? ¿Tuviste suerte ocupando una vacante desde el primer día? ¿O has dado tumbos por medio mundo y echado de menos a cientos de alumnos?
Sin comentarios