Oposiciones

Las recetas saludables de Martina para opositores y estudiantes

recetas saludables de Martina para opositores

El libro de este mes está especialmente pensado para opositores y estudiantes y aunque abarca un área básica para tener éxito y no morir en el intento de opositar, no tiene que ver con el estudio del temario, la resolución de supuestos prácticos o la elaboración de una programación. Sin embargo, como en otras ocasiones, es un libro que nos permite organizarnos, gestionar mejor el tiempo solo que esta vez ¡en la cocina! Como pésima cocinera con dos manos izquierdas a la hora de manejarme entre los fogones, hace año y medio que hice uso de los servicios de una nutricionista para aprender a comer mejor. Desde entonces, no soy una sílfide ni tengo cuerpo de modelo y sigo estando pasada de peso, pero miro mucho las etiquetas de todo lo que compro y no suelo tener tentaciones insanas en casa. Di el paso pensando en dar ejemplo a los niños, pero ahora soy yo la que está metida de lleno en esta espiral de la comida sana. Así, al ver el título de Las recetas saludables de Martina para opositores y estudiantes, hice un pensamiento muy profundo acerca de lo malas compañeras que son la falta de tiempo, de planificación y la buena alimentación.

¿Conoces a Martina?

Si en tu oposición se hace hincapié en temas legales y en la Constitución, seguro que Martina ya ha entrado por tus ojos con anterioridad. El primer libro que conocí fue Constitución española. Los esquemas de Martina porque no sé en qué momento a Vicente Varela, su autor, se le pudo ocurrir crear semejante belleza con un texto tan, pero tan áspero. A partir de aquí, se han elaborado diferentes guías que recogen otras leyes y reglamentos de lo más variado. Desde luego, si opositas y quieres levantarte el ánimo al interiorizar un texto legal ¡esta colección es la tuya! Yo no había encontrado ningún manual que me fuese de utilidad, así es que el de recetas para todos los opositores y estudiantes es el primero que he tenido el tremendo placer de hojear en casa. En esta edición, el escritor se une a Rosa Lubel, experta en vida sana, y cuentan con los dibujos de Cinthia Moure, que son los que han popularizado tanto a Martina.

Yo no tengo tiempo para comer sano

Ni para descansar lo suficiente, ni para hacer deporte… Ay, estas expresiones forman parte del opovocabulario del más pintado. Sin embargo, justo estas 3 actividades son vitales, literalmente, para no desfallecer antes de alcanzar esa ansiada plaza. Por supuesto que hay días en los que no veo el momento de levantarme de la silla y, además, en mi caso no es que sacrifique mi propia comida, sino que ahí tengo a mis dos opohijos y al opomarido (que entiende menos de cocina que yo) esperando a que me digne a ponerles algo en el plato. Esto hace que, en mi caso, haga las 5 comidas que se necesitan al día porque debo invertir ese tiempo en los niños, sí o sí. Pese a todo ¡qué mala es la tentación de la comida rápida, los snacks insanos y todas las porquerías que nos entran por los ojos! Abrir, comer y no pensar en nada más pero a la larga, la salud se resiente y con ella la capacidad de concentración, el rendimiento de nuestro estudio, la memoria…  Me gustan Las recetas saludables de Martina porque son aptas para torpes, como yo, muy sencillas y utilizan ingredientes económicos y disponibles en cualquier supermercado.

Las recetas saludables de Martina para opositores y estudiantes ¡y niños!

Una de las ventajas de este libro es su preciosa edición, porque más allá de hacerlo llamativo y apetecible para opositores desbordados ¡ha conquistado a mis hijos! No es lo mismo que yo grite a los cuatro vientos que hoy vamos, a cenar a que le enseñe la página a mi hija, la deje leerme la receta a su ritmo y los dibujitos la convenzan de que esa es la mejor opción de cena para el cerebro de mamá y para el suyo propio. El pequeño aún no opina, y menos mal que el libro tiene un formato resistente, porque en un descuido o me lo llenan de manchas o me arrancan alguna hoja de las anillas. Además, el libro está muy bien estructurado para que encuentres ideas según la comida que debas solucionar (desayuno, almuerzo, cena, merienda, tentempiés) y un espacio final para que anotes tus propias recetas. Ya sabemos que, como opositores, conviene tenerlo todo bien organizado para no traspapelar nuestros grandes descubrimientos en cualquier temática.

Además de estar todos los ingredientes y pasos perfectamente detallados, tanto con texto como con ilustraciones, se incluye un apartado de información nutricional de cada plato y ¡el tiempo exacto que tardaremos en prepararlo! La mayoría requieren en torno a 20 minutos (menos si son recetas de snacks sencillos, claro) y así puedes pensar rápidamente qué opción saludable vas a elegir en función de tu tiempo: si vas muy apurado y no puedes dedicar 40 minutos a la elaboración de un plato, puedes encontrar opciones en 5 minutos más el tiempo de horno (ya sabes que no hace falta que te quedes mirando la puerta, puedes hacer algún estudio productivo mientras suena la alarma del final). Es el mismo tiempo que tardarías en comer algo mucho menos conveniente.

Yo he experimentado en mis carnes que en la cocina, la planificación también es la clave para poder cambiar de hábitos. Si estableces un menú semanal sensato y te ciñes a tu lista de la compra, las tentaciones en casa serán muchas menos y como no nos sobra el tiempo para ir a comprar antojos de última hora, siendo fuertes el día de la compra semanal, ya habremos avanzado mucho camino en nuestro objetivo de opositar siendo capaces de llevar una vida medio decente mientras dure el proceso.

¿Tu alimentación ha empeorado desde que opositas? ¿Qué trucos utilizas para comer sano dedicando poco tiempo y sin mucho esfuerzo?

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