Oposiciones

Opositora y madre (VIII): tiempo real de estudio vs. todo el día estudiando

tiempo real de estudio

“Llevo todo el día estudiando” debe ser la queja que todos los opositores tenemos en la boca, desde el día uno, en que decidimos empezar a opositar y solo hemos estado navegando por internet, buscando información sobre temarios, academias o leyendo las bases de la última convocatoria, hasta el día antes del primer examen, en el que seguimos súper agobiados y hacemos locuras, como intentar memorizar un nuevo tema a escasas horas de que empiece la competición. Pero ya tenemos una edad y muchos dispositivos a nuestro alcance para medir nuestro tiempo real de estudio, por lo que ese grito desesperado no cuela tan fácilmente. Quizás podamos engañar a alguien (no sé con qué motivo) pero ¿qué ganas con engañarte a ti mismo? Si te esfuerzas por madrugar o trasnochar para incluir en tu día un rato de estudio, si has dejado de lado a tus amigos o familia para conseguir una plaza, o incluso si has renunciado a un trabajo para preparar una oposición ¿de verdad estás rindiendo al máximo? ¿O tu tiempo real de estudio es muy inferior al que estás contabilizando?

Esto no es tiempo real de estudio…

He hablado con gente que mientras yo estudio solo 2 horas al día, sin distracciones y con máxima concentración, ellos estudian 8. El cuádruple de tiempo. Si nos quedamos solo con eso, esta gente me va a dar cuatro vueltas completas el día de la oposición. Fin. Sin embargo, a poco que escarbas en la organización ajena, descubres que esas 8 horas ni siquiera las pasan calentando la silla. Incluyen como minutos de estudio toda su vida, desde el momento en que ponen un pie en el suelo al bajar de la cama hasta la hora en que dan por finalizada su jornada. No descuentan desayunos, interrupciones de lo más variopintas (desde salir a pasear al perro a charlar por teléfono durante una hora completa) y así se les pasa la jornada volando. Pero ¿les ha resultado productiva? A tu criterio lo dejo. Ir a hacer fotocopias, a la biblioteca a buscar libros, el camino hasta estos lugares, ordenar tu exceso de material escolar y deleitarte con las buenísimas ideas que otros muestran en redes, no es estar todo el día estudiando. Es tener múltiples aficiones que orbitan como satélites alrededor de la oposición, pero no es opositar.

¡Haz la prueba! Anota tus minutos y tus tareas

Desde que empecé con la oposición, la app Forest se ha convertido es imprescindible para mí. Primero, me ha ayudado a mantener la concentración al bloquearme el móvil y no permitirme distracciones tentadoras y pérdidas de tiempo. Además, lleva un recuento de los minutos exactos con el que contabilizo mi tiempo real de estudio. Así, si un tema lo repaso en 18 minutos, anoto 18 y no 25 en la cuenta, que era lo que tardaba en repasarlo cuando me lo sabía peor. Si una mañana los niños se despiertan mucho antes de lo que yo había calculado y mis 120 minutos de planificación se quedan en 53, anoto 53. A la vez, detallo las tareas que he hecho exactamente en ese tiempo: un repaso, memorizar una nueva página, resolver un supuesto práctico, diseñar una actividad para la defensa de la programación ¡lo que sea! Ordenar papeles y subrayadores no entra dentro de este tiempo, ni hablar con mis cuñados sobre la oposición ¡tampoco! Seamos serios, porque es muy fácil caer en la tentación de vernos como víctimas de una actividad muy acaparadora, en lo que a tiempo se refiere, cuando en realidad no estamos rindiendo nada. No puede ser que para una misma oposición, yo memorice un tema nuevo a la semana, estudiando 2 horas al día (unas 15 horas semanales) y todavía tenga tiempo para repasar 8 temas, y que otra compañera que oposita 8 horas al día (unas 40 horas semanales, porque descansa los fines de semana completos) memorice un tema cada 3 semanas. Más allá de las facilidades de cada uno para el estudio, la excesiva flexibilidad y los robatiempos pueden darte una  falsa impresión de eficiencia que en realidad no tienes. Sí, no ponemos en duda que pasas 40 horas semanales encerrada en el opozulo pero ¿haciendo qué, exactamente?

Mejor que todo el día estudiando ¡estudia todos los días!

No hay métodos de estudio que cuadren con el 100% de las personas, así es que te cuento mi experiencia personal (bueno, aunque todo lo que hay en este blog es igual de personal). Antes de empezar a opositar, ya sabía que ni en mis mejores sueños podría tener una jornada de 8 horas de estudio: si trabajo a tiempo completo, tengo hijos y quiero dormir el mínimo imprescindible para seguir viviendo… ¡se me acaban las 24 horas del día! Así es que opté por ponerme un objetivo de horas bajo (2 horas al día) pero todos los días, de lunes a domingo. ¿Por qué? Por dos motivos: si tengo imprevistos durante la semana (algo muy habitual cuando tienes opohijos) las mañanas del fin de semana me servirán para recuperar el retraso que haya podido acumular. Así, venzo la tentación del todo o nada y sé que un día perdido no es igual que una semana completa perdida. De esta forma, mi objetivo de tiempo real de estudio es de 2 horas al día o de unas 15 horas mínimo a la semana. ¿El resultado? Durante este año prácticamente he superado las 20 horas de estudio en la mayoría de las semanas. Eso sí, son 2 horas de concentración plena, en las que no salgo de mi opozulo ni a coger agua, ni al baño ¡a nada! El segundo motivo por el que prefiero estudiar todos los días, a pasar todo un día estudiando sin descanso, es que me cuesta muchísimo desconectar de la oposición: me invade el sentimiento de culpa,  pienso que debería estar estudiando y no haciendo otras tareas y, al final, no disfruto lo que debería. De esta forma, tengo sesiones de estudio cortas pero intensas, a ser posible a primerísima hora de la mañana, y cuando mis hijos se despiertan ya he acabado mis obligaciones con la oposición. Puedo llevarlos al colegio (o a la piscina en verano), trabajar con la mente despejada y vivir el momento sin tener la cabeza ausente y sufriendo porque las horas pasan, el día se acaba y yo sigo sin haber cumplido mi objetivo de estudio de esa jornada.

Mi sistema es lento, por eso tuve que planificarme a 2 años y medio vista de la fecha probable de mi oposición, pero he superado el primer año y medio con una constancia inquebrantable y un avance notable. Además, sin perder la motivación y sin sentirme sobrepasada por todas las responsabilidades que copan mi día a día. ¿De qué sueles presumir tú? ¿De tener la jornada de estudio más larga del mundo opositor? ¿O de conocer al dedillo cuántos minutos de cada día son realmente productivos y cuáles pérdidas de tiempo?

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2 Comentarios

  • Responder
    Akali
    27 septiembre 2021 at 10:31

    Completamente de acuerdo con las horas netas de estudio. Cuando empecé a prepararme por primera vez hace unos años, recuerdo que para que hiciera 8 horas de estudio reales acababa estando más de 10 en frente de los apuntes. Hay que ser realista si quieres lograr el objetivo.

    • Responder
      Profesora de secundaria
      29 septiembre 2021 at 17:47

      ¡Pues bastante optimizabas! En mi situación es imposible sacar 8 horas buenas. Si logro 2-3 al días me puedo dar por satisfecha. Espero tardar más tiempo, pero conseguirlo con constancia.

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