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Ventajas de opositar siendo mayor. ¡Atrévete!

Ventajas de opositar siendo mayor. ¡Atrévete!

Como tantas otras personas, sobre todos los que somos padres, por supuesto que al inicio de este proceso me vi demasiado mayor para opositar. Casi 2 años después de ese pensamiento, me doy cuenta de que hay ventajas de opositar siendo mayor que puede que superen a las desventajas. El momento perfecto para afrontar una oposición creo que no existe, pero es que hoy en día ¿existe el momento perfecto para dar alguno de los pasos vitales de nuestra existencia? ¿Para emanciparte de casa de tus padres? ¿Para convivir en pareja? ¿Para lanzarte a tener hijos? Ya te digo yo la respuesta: no. No, porque no existe la conciliación real para casi nadie, por lo que la precariedad laboral acaba lastrando el resto de facetas de la vida. No encuentras trabajo estable, no tienes una fuente de ingresos segura (los contratos indefinidos son de risa también), no te acercas ni por casualidad a la casa de tus sueños, no logras independizarte a solas, ni a veces con tu pareja o amigos y ¿cómo vas a traer niños a este mundo si a duras penas tienes para cubrir tus gastos? Al pensar en los pros y contras de opositar, y dando por hecho que lo haces para un cuerpo cuyo ejercicio profesional te motive y te atraiga, las condiciones laborales del funcionariado deben valorarse mucho, porque son mucho mejores que las del resto de trabajos que he conocido. Puede que los salarios sean más modestos, pero los horarios y la posibilidad de compaginar la vida personal con la laboral suman muchos puntos cuando pones todos los elementos que quieres valorar en una balanza. Mirando hacia atrás con una nueva perspectiva ¡las ventajas de opositar siendo mayor son muchas!

Tú ya has vivido bastante y ahora buscas estabilidad

Entiéndeme, los opositores “mayores” no es que seamos octogenarios, pero ya no somos veinteañeros que queremos vivir antes que atarnos a una pareja, a una familia o a un puesto de trabajo de por vida. Una de las ventajas de opositar siendo mayor es que esos meses o años de dedicación a la oposición no los vas a vivir como un castigo divino y una pesada carga sobre tus hombros. Claro que vas a tener que hacer renuncias a diario (te aviso ya: lo del cargo de conciencia respecto al “abandono” de tus hijos será lo peor de todo), pero a estas alturas de tu vida habrás viajado mucho (si es lo que te gustaba), habrás tenido tiempo de tener pareja(s), de convivir, de buscarte las habichuelas por ti mismo, de disfrutar de tus salidas y entradas, de tu juventud en libertad, de haber hecho lo que más o menos te haya dado la gana. Has elegido un estilo de vida concreto (con pareja o sin ella, con hijos o sin hijos) y te sientes más o menos realizado, pero ¡la faceta profesional te pide un cambio! Desde mi posición como opositora primeriza iniciada a los 37 años comprendo perfectamente a las generaciones más jóvenes que no quieren renunciar a estos años de su existencia para encerrarse a estudiar. Cada uno sabrá elegir su momento ¡pero no esperes la señal que te marque el momento perfecto! Porque ese nunca va a llegar.

Ya tienes experiencia laboral ¡y sabes de qué has carecido hasta ahora! 

Si inicias el recorrido opositoril en una franja de edad que va más allá (mucho más allá en ocasiones) de esos 20 pocos años que teníamos cuando acabamos la carrera universitaria y elegimos (o la vida nos arrastró por) otros derroteros profesionales, habrás tenido tiempo de probar trabajos de lo más variopinto y granado. En mi caso he podido trabajar por cuenta ajena, también para una universidad pública (sin ser funcionaria) y he sido autónoma para poder compaginar mi trabajo con la maternidad. En definitiva: desde que empecé a trabajar a los 18 años no he parado de hacerlo, y sigo trabajando a jornada completa en algo ajeno a la oposición mientras me preparo. Sé lo que implica ser autónomo y no tener ni idea de si cada mes vas a facturar lo suficiente aunque solo sea para cubrir el pago de tu cuota mensual; lo que es trabajar de lunes a domingo sin descanso; no tener horarios; no tener vacaciones de verano (si no facturas, no cobras) así es que para mí sí: opositar es la puerta a un trabajo como docente que ansío desde que terminé mi carrera, pero también la clave para no hacer más renuncias en materia de derechos laborales y de conciliación familiar. Oposito para ser una profesional mejor y una madre mejor, con un horario acotado, unos deberes y obligaciones estipulados y una remuneración y periodos de descanso sin sorpresas. 

Tu edad no importa para opositar siendo mayor

O al menos no debería importar. Si muchas personas ven truncada su carrera profesional a medida que cumplen años, las oposiciones deben garantizar la libertad de acceso a la función pública para cualquier persona a partir de 18 años, que no haya cumplido los 65 en el momento de opositar. Esto permite que no exista discriminación por cuestiones de edad, ni de género y que se valore la experiencia y el saber hacer de personas que no han opositado antes (por no haber podido o no haber querido) pero que aún tienen mucho que ofrecer a la sociedad. Para cualquier otro proceso selectivo en la empresa privada, la edad es un importante cortapisa: si eres demasiado joven, porque no tienes experiencia en el campo en el que quieres ejercer; si eres mayor, porque pesarán sobre ti cargas familiares, problemas de salud o a saber qué otros elementos de tu esfera personal que te puedan impedir esa famosa excelencia en tu puesto de trabajo. Esta es la teoría de una oposición, pero es cierto que la decisión queda en manos de un tribunal que puede emitir juicios muy subjetivos en ocasiones.

¿A qué edad tomaste la decisión de opositar por primera vez? ¿Qué es lo que más valoras de las ventajas que te ofrece la superación de una oposición?

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2 Comentarios

  • Responder
    Sara
    8 octubre 2021 at 12:01

    ¡Hola! Me ha parecido muy acertado el post y muy cierto. Nunca hay un momento adecuado (en nada, en realidad). Quizá en otro post podrías comentarnos cómo preparas los prácticos al no venir de Filología o qué te parece esta prueba, ya que, a fin de cuentas es la que más peso tiene.

    Mucho ánimo con las opos 🙂

    • Responder
      Profesora de secundaria
      12 octubre 2021 at 12:15

      ¡Hola, Sara! El supuesto práctico lo voy ensayando con un guion propios, siguiendo los puntos que se demandaban en las convocatorias anteriores en Cataluña (Tengo pendiente hablar de esto, pero no sé cuando). Si te refieres a los comentarios lingüísticos, filológicos, literarios, etc. de momento no los he abordado, porque en la última convocatoria de oposiciones en Cataluña se eliminó esta parte de la prueba y se sustituyó por unas cuestiones previas que pueden ser de lo más diverso. Por este motivo, estoy a la espera de que se publique mi convocatoria, para saber qué van a demandar exactamente en 2022. Tendría 6 meses para prepararme esa parte, y como para entonces ya tendré finalizada por completo mi programación y la memorización de los temas que he seleccionado, creo que me daría tiempo a organizarme.

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